Luana es una de esas personas que tienen luz propia, personas «con alma» les suelen decir. Y es que todavía me pregunto cómo hace para meter un corazón tan grande en ese cuerpecito tan pequeño. Tan solo has de observar sus formas, sus gestos y el tono con el que se dirige a otras personas (sean niñxs o adultos) para darte cuenta de que Luana es 100% dulzura y honestidad. Que no esconde ni una pizca de maldad. Que lo que ves es lo que hay. Y encontrarte una persona así, en los tiempos que corren, es un soplo de aire fresco.
Todavía no hemos llegado a averiguar el porqué, pero está claro que nuestros caminos estaban destinados a cruzarse tarde o temprano. Primero, haciendo aquello que a las dos más nos apasiona: bailar. Después, trabajando juntas en Sex Academy: un proyecto de educación sexual en el que ambas hemos puesto lo mejor de nosotras mismas. Y, finalmente, colaborando en el «parto» de su primer bebé literario: «Mujer, Deseo y Placer». Pero el placer ha sido mío, por tener la oportunidad de conocerla y trabajar juntas en todas estas facetas. ¡Es tan fácil entenderse con alguien que es tan parecida a mí en la forma de trabajar! Tan perfeccionista, tan aplicada y tan trabajadora… ¡Una absoluta maravilla!